El valor de ser

La negación de los valores de las cosas es subjetivo,  tantas veces erróneo y mecánico por experiencia; desechamos cosas por no válidas de forma gratuita, y no nos planteamos tan solo si podrían poseer otro espacio, otro momento, y pocas veces analizamos el sentido que ello tenía (...)

Las personas con los años no perdemos valor, sino que cogemos uno nuevo. La capacidad que nosotros tengamos, tantas veces descrita como el valor de las cosas, no depende de lo que seamos, o tengamos, sino al contrario; ¿los años debilitan la memoria o la fuerza? no lo se del todo, lo que está claro es que lo años se notan para todos, pero la experiencia persiste y el rodaje gana a la debilidad (...) hoy en el tren, mirando por la ventana he visto algo muy curioso, se apreciaba como si algo perfilara el trazo del río que cruzábamos, un perfil hecho de pequeños huertos urbanos, huertos llenos de ilusión, cariño y tiempo; tiempo que podía haber perdido el sentido y el valor, gente jubilada que se enfrenta a una nueva lucha personal, delante de un tiempo largo y vacío que tienen que llenar (...) esa necesidad de encontrar su espacio, su momento; momento, probablemente, de volver a los orígenes, como hizo Picasso o Gauguin como otros artistas, para encontrarse con ellos mismos delante de su lucha personal para revalorizar su vida, su sentido.

Revaloricemos vidas, revaloricemos espacios, revaloricemos economías (...) si la mente está despierta los problemas tan solo son estímulos para el progreso personal y social. 

La mente está preparada para solucionar, no seamos débiles y pensemos, no seamos mecánicos y paremos, no hay un solo destino ni una sola solución, la mente nos enseña día tras día que somos capaces de ser mientras seamos.